Con la ausencia física de Freddy Beras Goico, mirando a lo lejos y analizando el espectro actual de los personajes que tenemos en la televisión de hoy, lamentablemente, no advertimos a nadie que se parezca a él. Es más, ni siquiera vislumbramos a alguien con las condiciones humanas que este hombre de bien representó a los dominicanos.
El relevo de este hombre fuera de serie, humano, desprendido, fácil de tratar, humorista, productor, animador, presentador, repentista, comediante, actor, polifacético en todas las ramas del arte, me da la impresión de que no ha nacido aún, y si ya fue alumbrado tendremos que esperar muchos años para conocerlo.
Los dominicanos estamos prestos a recordarle esta semana, primer aniversario de su sentidísimo fallecimiento, y los años por venir. Su familia y el país, ofrendaremos votos misericordiosos para que su alma toque corazones y que donde esté, sienta el cariño, el amor y la admiración de los que nos dejó en la vida terrenal.
Don Freddy Beras Goico, que descansa en paz por el bien y la solidaridad que prodigó en vida, se fue de este mundo sólo unos días antes de cuando llegó. Nació un día 21 de noviembre y falleció el jueves 18 de noviembre del 2010.
Con su muerte se apagó la risa. Y recuerdo hoy con tristeza cuando su hijo Jean Carlos Beras, a través de las redes sociales colgó el siguiente comentario: "Con mucho dolor anuncio el fallecimiento de mi padre. Infinitas gracias a todos por su solidaridad en estos días. Paz a sus restos". Así, con esa humildad y con un torrente de lágrimas en su rostro se refirió al mundo este emprendedor joven.
De ese “gordo de oro” fui su amigo (y él amigo mío). Me dio la confianza de que fuera su representante o enlace en Santiago. Pero para todo. Desde ubicarle a los pacientes adultos y niños que serían intervenidos en Corazones Unidos o fuera del país, hasta servirle de anfitrión cuando venía a Santiago en sus asuntos de profesión. Confió en mí para que eligiera a figuras locales a los premios “El Gordo del Año”, y me encargó para que le buscara sus artistas del patio para su programa “El Gordo de la Semana”. Y eso se lo agradeceré toda la vida.
Donde esté, yo se que ese batallador está bien.
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